¿Cómo elegir un buen jamón?

De todas las tradiciones de navidad en España, la de comer jamón en Navidad es, probablemente una de las más extendidas (y queridas).

El jamón serrano es uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía de nuestro país y estamos muy orgullosos de él. Es un alimento delicioso, fácil de combinar con vino tinto para carnes rojas y también con distintos tipos de quesos que se puede servir en tapas, raciones, aperitivos, bocadillos y hasta emplearlo para cocinar.

A pesar de nuestra gran apreciación, no todos los españoles somos entendidos del jamón y una tarea como elegir un buen jamón para Navidad puede convertirse en un quebradero de cabeza para algunas personas.

Desde Cestalia queremos asegurarnos de que sabe cómo elegir un buen jamón del que poder disfrutar con su familia y amigos sin preocuparse por que le hayan colado una pata de calidad inferior.

jamones colgando

Consejos sobre cómo elegir un buen jamón

Independientemente de si prefiere el jamón o paletilla (la parte trasera o la delantera), para poder elegir un buen jamón serrano lo primero que en lo que hay que fijarse es en las etiquetas del jamón. Por regla general una brida negra significa que el jamón es de pata negra y por extensión de la mejor calidad. El jamón de pata negra se diferencia de los demás en que es 100% cerdo ibérico. Las demás etiquetas nos darán a entender que el cerdo no desciende al 100% de otros cerdos ibéricos.

Sin embargo, que el jamón no sea de pata negra no significa que sea malo y hay muchas otras curiosidades del jamón que se deben tener en cuenta para elegir uno de buena calidad.

El aspecto externo

  • La pata y la pezuña: Una pequeña pista que puede indicarnos si el jamón es de buena calidad, es el aspecto externo de la pata de jamón. Una pata fina en la zona de la caña suele ser indicativo de que el cerdo es ibérico. No es recomendable intentar distinguir la llamada “pezuña ibérica” puesto que es una señal engañosa, pero si podemos intentar distinguir si parece desgastada, puesto que los cerdos ibéricos pasan sus días caminando. Si el cerdo ha estado siempre quieto en un corral, la pezuña parecerá demasiado nueva.
  • La piel: El aspecto de la piel también será otro indicador de la calidad del jamón. Para adivinar si el curado es adecuado o excesivo, tendremos que buscar un jamón con la piel arrugada, pero sin hendiduras. Esto significa que la grasa está próxima a la carne pero que no se ha resecado.
  • El color: Este no es un indicador del todo fiable. El color externo del jamón se debe a la presencia de diferentes variedades de moho. Puesto que estos mohos no afectan al sabor ni la calidad de la carne, buscar un jamón más oscuro o claro no tiene impacto sobre la calidad del jamón.

El aspecto interno del jamón

  • El olor del jamón: No dude en experimentar el olor del jamón si tiene la oportunidad. Debería ser un aroma suave y apetecible. Si el olor resultase molesto al acercarse, sería una señal de que el jamón está demasiado curado.
  • La carne del jamón: Algo que también distingue a un buen jamón es el color rojo y brillante, homogéneo de la carne. Y si tiene tiras blancas de grasa en medio, aún mejor. Esto solo lo podrá comprobar si está comprando el jamón por piezas en lugar de una pata o si le permiten catar una pata similar. Hay quien piensa que la variación de color es una diferencia entre el jamón serrano y el jamón curado pero no es así. Lo que sí distingue es la calidad.
  • El color de la grasa: Si podemos ver de antemano la grasa del jamón, conviene comprobar que el color de esta sea blanco o blanco amarillento. Si la grasa parece demasiado naranja o marrón, es porque se ha producido una oxidación excesiva y el jamón sabrá rancio.

Por supuesto, la mejor manera de saber si un jamón es bueno es probarlo. Sin embargo, nuestro objetivo de hoy es aproximarnos al máximo a elegir el mejor jamón posible antes de catarlo. Sobre todo, porque no siempre tendremos la posibilidad de probarlo antes de llevárnoslo a casa.

Las cajas jamoneras de Navidad son un regalo perfecto para familiares, amigos y compañeros de trabajo. Además, es muy fácil conservar el jamón y alargar su disfrute durante varias semanas, por lo que es un regalo práctico y muy agradecido.