¿Qué son los vinos generosos? Elaboración y tipos

Ha leído bien, sí señor. Existen los vinos generosos, pero por este concepto no nos referimos a vinos muy amables y que regalan uvas. Sería un poco raro, aunque seguro que a los más pequeños de la casa les haría mucha gracia.

Nada más lejos de la realidad, los vinos generosos hacen referencia aquellos tipos de vino con una graduación alcohólica concreta, y que por lo tanto tienen una serie de características que los definen. Hoy en Cestalia los analizamos y los desgranamos, porque puede que encuentre alguno en nuestras cestas de Navidad y no sepa realmente lo que son.

Vinos generosos: qué son

Los vinos generosos son aquellos vinos cuya graduación alcohólica se encuentra entre los 15ºC y los 23ºC. También se les conoce como vinos fortificados y pueden ser tanto dulces como secos.

Por norma general, y aunque no esté escrito en ninguna normativa, se asocia a los vinos generosos con los vinos de Jerez, ya que comparten la misma forma de elaboración. Cada vino de Jerez tiene sus propias características, como también ocurre con los vinos generosos.

La elaboración de los vinos generosos se realiza a partir de vinos jóvenes muy ligeros con poca graduación alcohólica, entre 11 y 15ºC. Con esta materia prima, se incrementa su contenido alcohólico añadiendo alcohol. Suelen hacerse durante los primeros días de enero tras la vendimia, para aprovechar esas uvas en los vinos jóvenes que posteriormente van a transformarse en vinos generosos.

Esta producción se realiza mediante soleras, botas o barricas de vino muy cercanas al suelo para los vinos con menor graduación y las criaderas para los vinos generosos con una graduación alcohólica mayor.  

Tipos de vinos generosos

En función al tiempo que estén en las barricas, el contenido alcohólico de los vinos generosos será uno u otro, y esto va a marcar las distintas clases que existen. Cuando hablamos de los vinos de Jerez, nos encontramos los vinos finos, olorosos y amontillados. También en los vinos generosos o fortificados, pero por otras características.

  • Vinos generosos finos. Son los que tienen una graduación alcohólica de entre 15 y 16ºC y su elaboración se lleva a cabo por la acción de las levaduras en la barrica. También puede que encuentre alguna referencia a ellos como vinos de crianza en flor, pero no tiene nada que ver con las flores del campo. Es que en el proceso de elaboración, se crea el llamado velo de flor, dándole ese nombre tan oficinal.
  • Vinos generosos olorosos. Este tipo de vinos se exponen a una fuente de calor para que la crianza sea físico-química, ya que además de las levaduras, entre en juego el oxígeno y el aumento de la temperatura. Como resultado, se consigue un vino con bastante cuerpo y color, con una graduación de 18 o 19ºC.
  • Vinos generosos amontillados. Los vinos amontillados surgen del tratamiento de los vinos generosos finos. Es decir, se aprovecha la producción de vinos finos para luego volver a subir su contenido alcohólico hasta los 19ºC aproximadamente.

¿Cómo tomar vinos generosos?

Como podrá imaginarse, los vinos generosos no son los más adecuados para disfrutar en una copa como principal bebida en sus comidas. Por lo general, estos vinos se consumen como el moscatel o cualquiera de los vinos dulces que encontramos en el mercado actual. Puede ser el acompañante perfecto para los postres, para sacar a sus invitados con una merienda diferente a la habitual o con frutos secos.

Por supuesto, si hablamos de la unión de vino y chocolate, este tipo de vinos generosos tienen su propio hueco en este maridaje. Es un acierto seguro y con el que sorprenderá a sus invitados.

Si esta Navidad está pensando en una forma de celebrar una Navidad diferente dada la situación, tener invitados puntuales a los que sorprender con este tipo de vinos generosos, será una gran experiencia. Podrán ponerse al día y recordar momentos entre risas y un vaso con un vino generoso que los acompañará en sus experiencias.

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